DESCRIPCIÓN FÍSICA

No es ni alto ni bajo. Su piel es blanca, acercándose al rojo. Tiene un hermoso rostro y sus ojos tienen una vivacidad sorprendente. Su mirada penetra. ¡Cuántas veces mi mirada se encontró con la suya y sentí un escalofrío en todo mi cuerpo! A veces este escalofrío llegaba a mis ojos y las lágrimas brotaban de ellos. Se puede ver la Luz en su rostro, que no puede escapar al dotado de un ojo interior. Quien lo ve siente miedo y quien está con él lo ama. Ha abandonado las codiciadas prendas en favor del Murakah.