En este sentido, adoptó la actitud de los piadosos predecesores, que Alá esté complacido con ellos. Esta es una perla única que sirve de modelo para aquellos que conocen la realidad de seguirlos y luchar contra el alma carnal. Se verá que sigue la Sunnah en sus palabras, en sus actos y en sus estados, siempre atento a seguirla. Asimismo, exhorta a sus compañeros y familiares a ello y prueba la amargura de la lucha contra el alma carnal misma. Durante un tiempo rezó toda la noche y ayunó continuamente. Había tomado la costumbre de cortar su juventud con agua o tierra. De hecho, se ponía saliva en el dedo y tomaba la tierra con él, para romper el ayuno. Solía recorrer largas distancias a pie, invocando a Alá y diciendo: «Es conveniente que el aspirante pruebe todas las categorías de adoración». A veces tiene que quedarse despierto toda la noche, otras veces su mitad. A veces tiene que ayunar continuamente y otras veces tiene que ayunar y romper su juventud. Tiene que viajar en el reino de Alá a pie, dejar su casa sin dinero ni equipaje. Todo esto es para tratar de entregarse a Alá con confianza. Así es como debe ser el aspirante. De modo que si es conducido a Alá, ya habrá probado todas las cosas. Si habla de ascetismo o de entrega confiada o de aislamiento y soledad, lo habrá experimentado él mismo». Dijo, que Alá esté complacido con él, «Sólo he conseguido lo que he logrado a través del aislamiento y los viajes».