HERENCIA Y SUCESIÓN

La particularidad de Sidi Mohamed Faouzi ya era evidente en la época de Moulay al Hassan. Todo el tiempo hablaba de su excelencia y su santidad. Solía aconsejar a sus discípulos sobre él y decirles: «Tened cuidado de no molestarlo, es un Qotb (poste)». Solía decirle, que Alá esté complacido con él, en las asambleas: «Todo lo que está aquí (y se refería a su corazón) está aquí (refiriéndose al corazón de Sidi Mohamed Faouzi, que Alá esté complacido con él)». En otra ocasión, le dio pleno permiso. Esto ocurrió cuando el padre de nuestro jeque, Sidi Tayeb, hermano de Moulay al Hassan, le dijo: «¿Por qué no le das a Sidi Mohamed una autorización para que la gente se aproveche de él? Respondió: «Es más bien él quien tiene una autorización, y ésta no data de ahora, sino de mucho antes. Cuando su jeque Sidi al-Hasan murió, nuestro jeque heredó su rango de jeque de la tariqa, en el año 1428 (2007). Tras la muerte del jeque, aparece otro similar… Esta es la tradición de Alá que no cambia. Renovó los fundamentos de la Tariqa y los facilitó a la gente. Revivió sus enseñanzas después de que la Tariqa se convirtiera en una escuela de Tabaruk. Todas las personas que lo conocieron se aprovecharon de él. Se les aparecieron las Luces de la Proximidad Divina y el brillo del Conocimiento Supremo. Sidi Mohamed Faouzi dice que «los primeros cuatro murids que traje a la Khalwa, todos ellos estaban bajo la dirección espiritual de Sidi al Hassan y él fue quien me dijo qué hacer con ellos. Este es otro indicio de que Sidi al Hassan enviaba, desde el Barzakh, al heredero de su «Señor», Sidi Mohamed Faouzi, a reafirmar su autorización para educar y conducir a la gente hacia Alá. A nuestro jeque le ocurrió, a través de la gran apertura, lo que la lengua no podía mencionar. Ha alcanzado las altas esferas y las estaciones sagradas, que le permiten ser aquel al que acude todo humano o Jinn que busca la Verdad. Dice, que Alá le conserve, «He obtenido en términos de Proximidad y Conocimiento después de la muerte de mi Sheikh lo que él mismo no había alcanzado durante su vida. Ahora bien, el murid no puede superar la estación de su jeque mientras éste siga vivo. Sin embargo, después de la muerte del Shaykh, Alá puede honrar al Murid, si es sincero, y hacer de su corazón un recipiente luminoso y conectarlo con el corazón de uno de los profetas. Esto es lo que le ocurrió a nuestro Shaykh y que Alá le hizo disfrutar. El Verdadero le honró con la estación de la Jatmiyya que es en realidad la herencia de los nombres divinos y la sucesión mahometana.